¿Por qué la vida es tan injusta si soy una buena persona?
La dura verdad sobre la vida
Esta historia tiene como protagonista a 2 buenas personas.
Ambos personajes coincidieron en construir su hogar durante la primavera.
Pero hubo una ligera diferencia. Uno lo hizo sobre la arena. El otro sobre piedra.
Al cabo de un tiempo, el invierno llegó (como siempre sucede), más frío que nunca y con fuertes vientos.
Ambas casas fueron seriamente afectadas por el ventarrón.
La vivienda, que había sido edificada sobre la piedra, resistió y se mantuvo firme.
La otra no gozó el mismo resultado. Al tener una base débil, gran parte de la casa sufrió daños.
La enseñanza de hoy es la siguiente:
Ser una buena persona no te garantiza una vida sin problemas.
Por supuesto que es importante ser honesto, cuidar de tus acciones y ser amoroso con tus seres queridos. Sin embargo, vivir de forma “correcta” no te da la seguridad de tener la vida que deseas.
Es necesario aprender a decidir bien. Porque tus elecciones de ayer te preparan para los desafíos de hoy. Y un mejor futuro es creado a partir del juicio que empleas para en tus decisiones diarias.
Pero hay un factor más que debes tener en cuenta: La vida.
Déjame decirte que la vida como la conoces no es otra cosa que un escenario para tus proyectos, para la suerte, para la gente que te rodea, para las consecuencias de los actos.
La vida no conoce de bondad o maldad. La vida no es juez.
La vida simplemente es un espacio infinito donde existe la suerte, el azar, las coincidencias.
La vida es la oportunidad que tienes para hacer de ella lo mejor posible PARA TI.
Así como tú aprovechas lo que te rodea, otras personas también lo hacen.
No cometas el error de compararte con el resto.
Tampoco creas que existe un sistema de “merecimiento” por parte de la vida, porque, como dije anteriormente, la vida no es juez, no es maestro ni verdugo.
La vida no es justa. Simplemente es.
Ten cuenta lo que te acabo de escribir:
1) Toma mejores decisiones.
2) La vida es solo un escenario.
Eres dueño de tu vida, así que eres dueño de tu interpretación.
Es el ser humano quien le da una interpretación a lo que le sucede.
Procura capturar el mejor aprendizaje que te permita avanzar y no estancarte.
* * *
Gracias por leer.
Rodrigo.
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